Para aclarar definitivamente los verdaderos orígenes de nuestros colores, hubo escarbar en la historia para poder contar lo más puntualmente posible cuáles fueron los motivos de porqué Almirante Brown tiene las tonalidades aurinegras en sus distintivos.
Esto viene a cuento porque durante muchos años el tema ha sido controvertido, ya que ha habido disímiles versiones que generaron algún tipo de confusión entre los muchos socios y simpatizantes.
Una teoría hablaba de que se adoptaron a causa de un encuentro amistoso jugado ante Peñarol, donde decía que al término del mismo, los jugadores uruguayos les habían obsequiado sus casacas a los nuestros. Lo cierto es que ese partido jamás se disputó…
Otra sostenía que se habían tomado del ferrocarril, ya que una de nuestras primeras canchas estaba ubicada al costado las vías y cerca de las barreras. Eso tampoco sucedió, ya que en la década del ’10, cuando se adoptaron los colores, las barreras no tenían eso tonos…
Lo real fue que cuando el 17 de enero de 1922 se fundó el club, los colores se heredaron del disuelto Atletic Club Almirante Brown.
Acá cabe señalar que la elección inicial fue producto de la casualidad (o causalidad) ya que en las primeras competencias amateurs se utilizaban camisetas blancas y cuando se pudo juntar el dinero, se envió a una persona al centro de la Capital Federal para adquirir un juego y como en la casa de deportes, el único equipo completo que había era el de Peñarol, se adquirió y a partir de esa circunstancia fortuita, fue que se adoptaron esos colores de manera definitiva.
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